Concebimos al ser humano como un ente integral compuesto por espíritu, cuerpo y mente, que funciona alrededor del Ser Supremo y que necesita ser desarrollado proporcionalmente en cada una de sus partes.
En este sentido, pretendemos que el individuo viva en armonía con todas sus dimensiones y a través de su formación crsitiana presentamos a Jesucristo como la base de todos los valores que transmitimos.
Entendemos que el temos a Dios es el principio del conocimiento y la inteligencia y por lo tanto ocupa el primer lugar en el quehacer de nuestros actos.